Sunday, January 28, 2018

Huir de ti


Escóndete del mundo, escóndete de todo
corre rápido y no pares
no dejes de correr, que tus fantasmas
en la calma quizás te atrapen.

Y si pruebas...
y si pruebas y lo intentas...
y si dejas de correr...
y si enfrentas tu pasado...

Friday, January 26, 2018

El mensaje del agua







Resbalan gotas de agua entre mis pestañas
me recuerdan que estoy aquí, presente,
se dejan caer hasta mi boca
susurrándome en un beso festivo:
¡Que estás aquí! ¡Que estás viva!

Sin dolor pero sin olvido

Hoy he aceptado que no es tan fácil olvidarme de ella. No me duele, si dijera lo contrario mentiría, pero no dejo de recordarla por completo. A pesar de haber borrado su número, de borrar sus fotos, de borrarla de Whatsapp, su imagen se cuela a hurtadillas en mis pensamientos como un ladrón en la noche. Cuándo menos me lo espero me doy cuenta que estoy pensando en ella, recordándola.
Como no me provoca sufrimiento no es algo que me preocupe solucionar pero si es cierto que pensé que su recuerdo se iba a diluir con mucha más rapidez. Se ve que mi mente es tozuda y se niega a dejarla ir. Imagino que es cuestión de no obsesionarse por ello, si aparece la pensaré y si no lo hace la dejaré en paz.
Otras veces me pregunto que será lo mejor para mi. No lo que me apetece, que eso ya lo se, sino lo que me haría más feliz a largo plazo. Evidentemente es un esfuerzo inútil pues por mucho que yo piense la vida me sorprende con las cosas más inesperadas.

Tuesday, January 16, 2018

¿Y cuando te rechazan?

Estaba yo pensando hoy en todas esas veces que me "enamoré" de quien no me quiso y me rechazaron. Y como es el tiempo, hoy miro todo ese sufrimiento con una sonrisa y dando gracias.
Es evidente que cuando nos dan calabazas se sufre mucho, proporcionalmente más a más joven sea una. No es una situación agradable pero generalmente es una situación de la que solo nosotras somos responsables. Como responsables también debemos asumir que la otra no tiene ninguna obligación en nuestras historias. Lo que das, lo que regalas, lo que entregas, se ha de hacer siempre sin esperar nada a cambio. Si quieres lo das y si no, no lo des.
¿Qué pasa ahora que puedo mirar esas situaciones con perspectiva? Pues que doy gracias a que me rechazaron. La inmensa mayoría de las veces con el pasar del tiempo me daba cuenta que la mujer en cuestión ni merecía mis desvelos ni era lo que yo esperaba en una pareja. O que por alguna circunstancia eramos incompatibles. La cuestión es que con el tiempo esos sentimientos se van poniendo en su lugar y las aguas vuelven a su cauce.
Como todas las cosas en esta vida, hasta las malas tienen un lado bueno. Y tengo que decir que este tipo de historias me ha dejado amigas a las que quiero muchísimo, esta vez sin ningún tipo de amor romántico. Mujeres con las que no podría haber tenido una relación pero con las que me une una sólida amistad.
Si, tú, estas enamorada de alguien que no te quiere y ya has confirmado que no te quiere de esa forma, tienes que saber que es algo que has de dejar pasar. Cuesta un poco, sobretodo al principio, pero el tiempo es tu mejor aliado. Con el correr de los días veras las cosas con otra perspectiva y volverás a tu tranquilidad habitual.
Toma en cuenta también amiga que este tipo de comportamientos que tenemos a veces son un síntoma de falta de autoestima y amor propio. Aprovecha la magnifica oportunidad de que estas sola para amarte incondicionalmente como nadie más te va a amar jamás. Enamórate de la mujer de tu vida, TÚ.
Lo otro ya aparecerá a su debido tiempo pero no es tan importante como tu amor por ti. Además ten en cuenta que atraes a aquellas personas que vibran en la misma frecuencia que tu. Así que si tu estas mal, atraerás.....

Monday, January 15, 2018

Lesbianas y familia

Cuando empecé a pensar en esto lo primero que me vino a la cabeza fue lo agradecida que estoy a mi familia por seguir comportándose con normalidad después de mi salida del armario.
Luego pensé, que triste. Que triste que me tenga que sentir agradecida por que mi familia lo tomó con normalidad. Triste por que se que mucha gente no tuvo la misma suerte y aún (cada vez menos) hay gente que le pasa lo mismo. ¿Por qué, cuándo es una condición tan normal como otra? Es como si le dijera a mi familia: "Muchas gracias por aceptar que soy rubia". Algunos sectores de la sociedad sigue guiándose por parámetros de hace 2000 años y encuentra en eso la normalidad. Me pregunto por que no comen, se visten o se trasladan como hace 2000 años también. HIPÓCRITAS.
Todos estamos aquí, compartimos el mismo mundo, somos tan naturales como cualquiera de los otros millones de habitantes de esta tierra. Solo la cerrazón y la ignorancia de algunos me hace diferente. ¡Soy normal! ¡Soy extraordinaria! Como cada uno de los millones de hermanos que tengo en este mundo.
Si por casualidad, al otro lado de estas palabras aterriza alguna vez algún homosexual, bisexual, transexual o lo que sea...que se siente o han hecho sentir un paria en su propio mundo quisiera decirte que no los dejes. Que eres una persona absolutamente especial, como cada uno de nosotros. Que tu estas en este mundo por que tienes algo que aportar, vive tu vida y no dejes que nadie te diga como has de vivirla. Y si crees en Dios piensa que si el no te hubiera querido aquí, no estarías.
Sal ahí fuera y vive, que cuando mueras estés orgullos@ de la vida que has vivido.

Saturday, January 13, 2018

Reflexión

A lo largo de los años ha ido cambiando poco a poco o en pequeños saltos la idea que yo tenía sobre mi misma. Empezaré diciendo que yo nunca quise ser un hombre aunque si es cierto que pensaba que ellos lo tenían todo más fácil.
Cuando era adolescente no era lesbiana ni tenía idea que yo pudiera serlo. Era una chica tímida con problemas para relacionarme pero hasta ahí. Pensaba que era heterosexual y que en algún momento aparecería el hombre de mi vida. Quien me hubiera dicho en esos días que, como dice la canción, el hombre de mi vida se llamaba María. O Juana. O Virtudes. O Soledad. Que más da mientras sea una hermosa mujer con un corazón de oro.
Más adelante, cerca de mis veinte años, descubrí que era lesbiana y traté de ser siempre consecuente con mi descubrimiento. Como lesbiana era fácil tomar ciertos roles ya que yo siempre había tenido una apariencia andrógina y una imaginación muy pasional. Yo sabía que mi apariencia favorecía el equívoco y me divertía cuando la gente se equivocaba. Nunca me lo tomé a mal.
Había tomado una filosofía de ser quien siempre había sido. Que soy masculina, pues soy masculina, no pasa nada, cada uno es como es.
En el amor o el sexo mi filosofía era dar todo lo que hubiera querido para mi pensando que la otra persona haría exactamente lo mismo y las dos estaríamos tranquilas y satisfechas. Torpe de mi. Al final resultó que cuando tu das y das y das, la otra recibe, recibe y recibe. Y a ti que te zurzan.
Entonces busqué relaciones equitativas, yo te doy pero quiero que me des. Las cosas marchaban bastante mejor y yo seguía teniendo la misma idea de quien era yo y como era.
Hace ya unos años y por diversas circunstancias y promesas me fui dejando crecer el pelo. El año pasado en medio de una crisis existencial decidí volver a cortármelo como antes, pequeño, después de cinco o seis años de tenerlo largo. Empezó aquí la última actualización de mi personalidad. Ahora resultaba que me molestaba que me confundieran con un hombre, me miraba al espejo y no me reconocía como yo. No me gustaba esa imagen de mi misma. Resultado, vuelta a dejármelo crecer y asumir que algo en mi a ido cambiando.
Han pasado algunas cosas más que no recuerdo por que solo me he molestado en conservar la conclusión a la que llegué. Esas pequeñas cosas me hicieron darme cuenta que yo era mucho más femenina de lo que nunca pensé. Me doy cuenta que a veces incluso soy hasta un poco "princesita".
Ahora claro, tengo un nuevo dilema, por que podríamos resumirlo en que soy una princesita encerrada en el cuerpo de una lesbiana bastante masculina aún.
Todo esto me ha hecho pensar que ahora tiene algo más de lógica el tipo de mujeres que me gustaron siempre a primera vista. Por que yo, para mirar, siempre disfruté de las lesbianas masculinas, no en exceso pero me encantan con un puntito....o dos. Jajajajaja.
Lo que suele pasar con esto es que el tipo de mujer que a mi me gusta no suele fijarse en lo que yo parezco. Siempre hay excepciones, supongo. A mi no me ha pasado.
Todo esto me hace preguntarme, ¿Cuan fiable es la apariencia para encontrar lo que de verdad queremos? Dejamos que la apariencia de la otra active mecanismos en nosotras pero son de verdad un buen proceso para llegar a donde queremos llegar.
Por mi parte me encantan las parejas que miras y "no te explicas como pueden estar juntas" pero lo están y se aman. Por mi parte, sueño-espero formar parte de una pareja así algún día.

De corazón a corazón

Que premio tan grande cuando abres tu corazón a mi, quiero que conmigo puedas ser tú.
Si estás triste, una tú triste.
Si estás enfadada, una tú furibunda.
Si estás dolida, lloraremos juntas.
Si estás alegre, reiremos juntas.
Tú, sin disfraces ni ataduras, que ya el mundo nos obliga bastante a ser como no somos, tú espontánea y genial como siempre has sido.

La misma estupidez de siempre

Que lo sé, que no te intereso ni como paragüero, que es totalmente imposible algo entre tu y yo. Y aún así entretengo mi tiempo contemplándote, imaginando una cotidianidad que no se va a dar, esperando alguna palabra de tu parte. Me lo digo continuamente: "Que pasa de ti, no lo ves" "Que no te quiere ni como amiga".
Ah! Pero no! Toda mi estupidez es mayor que el raciocinio que hay en esta enorme cabeza. Ni siquiera por no hacerme daño (gracias al cielo no hemos llegado ahí) dejo de contemplarla en mis ratos vacíos. Cada vez tengo menos fe en la inteligencia del ser humano. Empezando por mi.

Monday, January 08, 2018

Nunca pensé ser capaz

Me han dejado unas cuantas veces, supongo que no más por que no he tenido más relaciones. Pero esta última vez he sido yo quien ha dejado. Y reconozco que no es una experiencia agradable, evidentemente no tan doloroso como ser abandonado. Aunque son días tristes me queda el regusto de haber intentado hacer lo correcto, aunque en este momento soy la mala tengo la casi certeza que he hecho lo correcto. Que alguien tenía que sacarnos del camino al desastre.
No es agradable, no, no lo es. Pero creo que es lo correcto.